En este año viajé durante 2 meses por uno de los  impresionantes lugares del mundo por su magnífica naturaleza. Tuve que escoger: establecerme en algún lugar y pintar o conocer el máximo de lugares y la vida de las personas que allí vivían y por primera vez, escogí lo segundo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Había llevado conmigo una cámara y saqué miles de fotos. No exagero. Quería captarlo todo. A la vuelta de cada sendero una belleza mayor, un encuadre nuevo. 

 

Por primera vez también inicié trabajos en estudio.A partir de esta experiencia inicié un trabajo, sosteniéndome en mi memoria y en el registro fotográfico que había creado. 

 

La extrema abundancia de naturaleza, su interminable flora y fauna, mucha todavia aún sin nombrar, las infinitas combinaciones de formas naturales que encontraba a mi paso, me ha empujado a iniciar una serie de murales oníricos, donde imaginación y realidad confluyen sin saber quién supera a quien. En mi memoria Costa Rica será creada y recreada fundiéndose realidad y ficción en un paisaje de una naturaleza infinita.

 

Sigo trabajando en el proyecto. Sin fecha a la vista.